jueves, 18 de junio de 2015

La crítica de arquitectura en la blogosfera. 1ª Parte.

La observación continuada de blogs dedicados a  la crítica de arquitectura nos lleva a formular varias preguntas. La primera sobre los autores (los blogeros)  y su vocación de escritores y críticos.



1. Los nuevos autores. ¿Cualquiera puede ser autor?


La facilidad de escribir y la anulación de filtros previos a la edición  se han convertido en un aliciente para los que encuentran placer en la escritura. Aún más si ésta se ve correspondida por un cierto público. Aunque el número de lectores es muy relativo  como para hacer depender de él la gratificación del autor, podemos sospechar sin embargo,  que algunos blogs decaen porque su autor, cuando mira las cifras de audiencia y ve su decadencia pierde estímulo para seguir escribiendo y publicando.
Pero la cuestión principal es tener tema para escribir. Es el contenido. La producción de edificios seria el  tema principal, el análisis y su crítica, el comentario sobre su concepción, las ideas que lo envuelven, las lecturas y repercusiones que produce en sus receptores, etc. Un entendimiento amplio de la arquitectura lleva a ampliar el campo hasta el entorno construido, la ciudad, el territorio. Por otro  lado, la confluencia de temas comunes con el diseño lleva también a aumentar el campo de los escritos desde temas de concepción y producción de objetos hasta la organización del territorio, pasando por los edificios.   Esta ampliación del campo ha supuesto también una mezcla de temáticas y una liberación de los límites sobre los que escribir. La confluencia y sobre posición de disciplinas y enfoques supone otra ampliación y una disolución de la autonomía de la disciplina. Cuando la concepción y producción de edificios nuevos escasea, los escritores encuentran igualmente temas.
Quien influye en la elección de temas es además la audiencia. El tipo de público al que se dirige el blog ya que los blogs se publican pero no se distribuyen como la impresión. Llegan a un auditorio menos seleccionado de antemano. Serán, en todo caso las muestras de su recepción lo que hará enfocar  hacia qué tipo de público, va dirigido.
El autor puede deleitarse en su escritura, puede llegar a refinamientos. La facilidad y la inmediatez en publicar no son necesariamente culpables de la mala literatura. En general, la calidad puede ser muy deficiente, pero también hay más gran número de excepciones. Ha habido casos vocacionales que sin los nuevos medios hubieran quedado relegados. Hay autores brillantes, amenos, que saben encontrar el balance entre la información, la narrativa, la forma de contar las cosas, el tiempo y la extensión que se requieren y el grado de satisfacción que proporcionan. Para ello han sido ecuánimes, tienen oficio, saben que recursos literarios usar sin abusar de ellos, crean autoría porque tienen un enfoque y unas maneras propias. Otros sin embargo,  están dominados por esta ambición de autoría y descuidan la calidad y al lector, son prolíferos en exceso, y con el tiempo se repiten, no renuevan su campo de conocimientos y se vuelven insistentes perdiendo su atractivo. La facilidad para que el propio autor edite se vuelve en su contra.
Naomi Stead hace unos años anticipó una emergencia de “bellas letras” “New letrisme”   observando el estado de la crítica de arquitectura y las formas de escribir promovidas y  catalizadas a partir de los  blogs. Recientemente,  ella misma ha estado utilizando las prácticas de la escritura experimental. En su caso, para intentar un nuevo modo de representar y narrar la experiencia urbana, más allá del  mapa y del territorio. Ha examinado cómo algunos modos de escritura relacionados con el  turismo– tanto comercial y literario, etnográfico y experiencial, erudito y placentero – pueden proporcionar nuevos modos de escritura para la  experiencia y la forma arquitectónica.

Algunos escritores de arquitectura de las nuevas generaciones,  que primero han publicado en sus respectivos blogs, después han sido recopilados en ediciones impresas junto con otros más consagrados. Así junto a Douglas Coupland, Bruce Sterling, Martha Cooley, Oren Safdie, Lieven de Cauter, Aron Betsky, y Ole Bouman, otros han sido también editados por Pedro Gadanho  (ver su blog “shrapnelcontemporary”) como representativos de la nueva “ficción arquitectónica”, que apropiándose de instrumentos propios de la ficción entra en relación interdisciplinar entre dos campos en principio, cada uno, con sus propias leyes y autonomía. Esta  fusión puede conducir a cruces potencialmente interesantes y a problemas para ambos campos, pero también establece una lectura diferente de como los conceptos  literarios - o el placer del texto según Barthes - puede reconfigurar la manera de escribir,  para redimirla de la  mera descripción de objetos en que ha estado subsumida,  o en su mejor momento, en la creación de teoría, según las palabras del propio Gadanho. (Vease la edición Once Upon A Place ).

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