La observación continuada de blogs dedicados a la crítica de arquitectura nos lleva a
formular varias preguntas. La primera sobre los autores (los blogeros) y su vocación de escritores y críticos.
1. Los nuevos autores. ¿Cualquiera puede ser autor?
1. Los nuevos autores. ¿Cualquiera puede ser autor?
La facilidad de
escribir y la anulación de filtros previos a la edición se han convertido en un aliciente para los
que encuentran placer en la escritura. Aún más si ésta se ve correspondida por
un cierto público. Aunque el número de lectores es muy relativo como para hacer depender de él la gratificación
del autor, podemos sospechar sin embargo,
que algunos blogs decaen porque su autor, cuando mira las cifras de
audiencia y ve su decadencia pierde estímulo para seguir escribiendo y
publicando.
Pero la cuestión
principal es tener tema para escribir. Es el contenido. La producción de edificios
seria el tema principal, el análisis y
su crítica, el comentario sobre su concepción, las ideas que lo envuelven, las
lecturas y repercusiones que produce en sus receptores, etc. Un entendimiento
amplio de la arquitectura lleva a ampliar el campo hasta el entorno construido,
la ciudad, el territorio. Por otro lado,
la confluencia de temas comunes con el diseño lleva también a aumentar el campo
de los escritos desde temas de concepción y producción de objetos hasta la
organización del territorio, pasando por los edificios. Esta ampliación del campo ha supuesto
también una mezcla de temáticas y una liberación de los límites sobre los que
escribir. La confluencia y sobre posición de disciplinas y enfoques supone otra
ampliación y una disolución de la autonomía de la disciplina. Cuando la
concepción y producción de edificios nuevos escasea, los escritores encuentran
igualmente temas.
Quien influye en
la elección de temas es además la audiencia. El tipo de público al que se
dirige el blog ya que los blogs se publican pero no se distribuyen como la
impresión. Llegan a un auditorio menos seleccionado de antemano. Serán, en todo
caso las muestras de su recepción lo que hará enfocar hacia qué tipo de público, va dirigido.
El autor puede
deleitarse en su escritura, puede llegar a refinamientos. La facilidad y la
inmediatez en publicar no son necesariamente culpables de la mala literatura.
En general, la calidad puede ser muy deficiente, pero también hay más gran
número de excepciones. Ha habido casos vocacionales que sin los nuevos medios
hubieran quedado relegados. Hay autores brillantes, amenos, que saben encontrar
el balance entre la información, la narrativa, la forma de contar las cosas, el
tiempo y la extensión que se requieren y el grado de satisfacción que
proporcionan. Para ello han sido ecuánimes, tienen oficio, saben que recursos
literarios usar sin abusar de ellos, crean autoría porque tienen un enfoque y
unas maneras propias. Otros sin embargo,
están dominados por esta ambición de autoría y descuidan la calidad y al
lector, son prolíferos en exceso, y con el tiempo se repiten, no renuevan su
campo de conocimientos y se vuelven insistentes perdiendo su atractivo. La
facilidad para que el propio autor edite se vuelve en su contra.
Naomi Stead hace
unos años anticipó una emergencia de “bellas letras” “New letrisme” observando el estado de la crítica de
arquitectura y las formas de escribir promovidas y catalizadas a partir de los blogs. Recientemente, ella misma ha estado utilizando las prácticas
de la escritura experimental. En su caso, para intentar un nuevo modo de
representar y narrar la experiencia urbana, más allá del mapa y del territorio. Ha examinado cómo
algunos modos de escritura relacionados con el
turismo– tanto comercial y literario, etnográfico y experiencial,
erudito y placentero – pueden proporcionar nuevos modos de escritura para
la experiencia y la forma
arquitectónica.
Algunos
escritores de arquitectura de las nuevas generaciones, que primero han publicado en sus respectivos
blogs, después han sido recopilados en ediciones impresas junto con otros más
consagrados. Así junto a Douglas Coupland, Bruce Sterling, Martha Cooley, Oren
Safdie, Lieven de Cauter, Aron Betsky, y Ole Bouman, otros han sido también editados
por Pedro Gadanho (ver su blog “shrapnelcontemporary”) como representativos de la nueva “ficción arquitectónica”, que
apropiándose de instrumentos propios de la ficción entra en relación
interdisciplinar entre dos campos en principio, cada uno, con sus propias leyes
y autonomía. Esta fusión puede conducir
a cruces potencialmente interesantes y a problemas para ambos campos, pero
también establece una lectura diferente de como los conceptos literarios - o el placer del texto según
Barthes - puede reconfigurar la manera de escribir, para redimirla de la mera descripción de objetos en que ha estado
subsumida, o en su mejor momento, en la
creación de teoría, según las palabras del propio Gadanho. (Vease la edición Once Upon A Place ).